viernes

Mantén tu sentido del humor cuando cometas errores, pero no los repitas

Sabiendo que torres más altas han caído #

. Había tenido una noche intranquila. Tras despertarse empezó a recordar su sueño. Lo veía como pequeñas diapositivas de fotos, y conseguía recordar cada instante y cada detalle. ¿Por qué nos empeñamos en recordar lo que sería preferible que quedase en el olvido? No, no era una pesadilla. Era mucho peor que eso. Era un deseo implícito en su subconsciente, que sabía posiblemente no ocurriera. Qué rabia, ¿no? Y para más inri se acordaba. Es irónico. Después de dar vueltas en la cama cual pequeña croqueta, cambiar diez veces de postura y mover el lado de la almohada unas treinta sin intención alguna de volver a dormirse, notó como le empezaron a entrar sudores fríos. Se levantó de un salto y notó cierto mareo. Anoche debió de beber menos. Con la cara que suponía que tenía decidió saltarse el ejercicio matinal de mirarse al espejo para directamente recogerse el pelo y lavarse la cara con glicerina. Se puso una camiseta de playa, los short y las chanclas y bajó a la cocina. Cuando acabó de hacer café olía toda la casa, y al abrir la puerta se encontró con una oleada de calor que junto con el cielo azul le anunciaba que ya era verano. Sentándose en la terraza se tomó el café. Advirtió cómo se le caía una lágrima. Así las cosas, decidió no volver a pensar en el sueño, que suficiente había indagado ya en la herida. Mientras encaminó hacia la playa la llamó un él, pero no quiso coger el teléfono porque, a pesar de todo, por muchos ellos que haya, no era Él.
Lara 

4 comentarios:

  1. ellos, no son ÉL. eso me mató. que triste :$
    PD: me encanta que huela toda la casa a cafe recien hecho (:
    precioso texto. un besotee

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  2. - Cual croqueta, te suena? :)

    - Ellos que no son nadie =S

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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