Después de la proposición, hace ya tiempo, de hacer un tablón para la gente de la biblioteca, ahí va…
En una biblioteca puedes encontrarte muchos tipos de especímenes… Por ejemplo, el típico personaje que va, se sienta, le llaman al móvil, vuelve, sale a por un café, va a por un portátil… devolución del portátil, salida al baño, vuelta a recoger las cosas y ya ha hecho suficiente por ese día. Luego está a quién le da por quedarse mirando fijamente a las personas. De eso que te dan ganas de decir “¿Quieres una foto, que dura más?” (inciso: no me gusta que me miren mientras estudio, como a la mayoría de la gente). Otro ejemplar es el que te recuerda a tus tiempos de educación infantil, cuando moldeabas barro, por la capa de maquillaje que lleva encima o, en su defecto, que te recuerda al sábado noche. Añadir también el típico grupo de gente que nunca habla en clase, pero que en la biblioteca debate hasta sobre el polvo de las estanterías. Una crítica cariñosa a quienes llevan tacones y se sientan en la última mesa de la biblioteca, o en la planta más alta… Quiero agregar también a la lista, aquellas personas que no se ven en años y en vez de irse fuera, hablan en la biblioteca con un volumen de voz similar al de la cafetería. El personaje que hace más ruido yéndose a coger el móvil fuera que lo que haría hablando dentro de la biblioteca… Aquellos que parece que montan una tienda de campaña y viven allí, porque siempre están en la misma mesa, en la misma silla… Hasta el otro día no supe que también existía quien iba a pillar a la biblioteca, “hola, ¿tú qué estudias? ¿Educación Física? Buah ¿qué pasada, no? … ” e té cé. Hay también quién le da por hacer esparajismos a la hora de estudiar. Sí, esparajismos, gestos, aspavientos. Vamos, que dudas si está en la biblioteca o en el Teatro de Madrid. Otra muestra del abanico de gente que puedes encontrarte es aquella persona a la que oyes la música cuatro mesas atrás. ¿Para qué vas a la biblioteca? Con ese ruido podías estudiar en casa, ¿no?. Ah, siempre hay una persona con la que nunca, nunca deberías ir a la biblioteca ...
Bueno, hasta aquí hoy. Se puede ir ampliando la lista... Si sabéis de más individuos apuntad…
posdata: vale, ¿quién no ha pertenecido alguna vez a ALGUNO de estos grupos?
En una biblioteca puedes encontrarte muchos tipos de especímenes… Por ejemplo, el típico personaje que va, se sienta, le llaman al móvil, vuelve, sale a por un café, va a por un portátil… devolución del portátil, salida al baño, vuelta a recoger las cosas y ya ha hecho suficiente por ese día. Luego está a quién le da por quedarse mirando fijamente a las personas. De eso que te dan ganas de decir “¿Quieres una foto, que dura más?” (inciso: no me gusta que me miren mientras estudio, como a la mayoría de la gente). Otro ejemplar es el que te recuerda a tus tiempos de educación infantil, cuando moldeabas barro, por la capa de maquillaje que lleva encima o, en su defecto, que te recuerda al sábado noche. Añadir también el típico grupo de gente que nunca habla en clase, pero que en la biblioteca debate hasta sobre el polvo de las estanterías. Una crítica cariñosa a quienes llevan tacones y se sientan en la última mesa de la biblioteca, o en la planta más alta… Quiero agregar también a la lista, aquellas personas que no se ven en años y en vez de irse fuera, hablan en la biblioteca con un volumen de voz similar al de la cafetería. El personaje que hace más ruido yéndose a coger el móvil fuera que lo que haría hablando dentro de la biblioteca… Aquellos que parece que montan una tienda de campaña y viven allí, porque siempre están en la misma mesa, en la misma silla… Hasta el otro día no supe que también existía quien iba a pillar a la biblioteca, “hola, ¿tú qué estudias? ¿Educación Física? Buah ¿qué pasada, no? … ” e té cé. Hay también quién le da por hacer esparajismos a la hora de estudiar. Sí, esparajismos, gestos, aspavientos. Vamos, que dudas si está en la biblioteca o en el Teatro de Madrid. Otra muestra del abanico de gente que puedes encontrarte es aquella persona a la que oyes la música cuatro mesas atrás. ¿Para qué vas a la biblioteca? Con ese ruido podías estudiar en casa, ¿no?. Ah, siempre hay una persona con la que nunca, nunca deberías ir a la biblioteca ...
Bueno, hasta aquí hoy. Se puede ir ampliando la lista... Si sabéis de más individuos apuntad…
posdata: vale, ¿quién no ha pertenecido alguna vez a ALGUNO de estos grupos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu huella para alimentar la publicación de entradas :)