jueves

Cada verano tiene su historia.


Brindar por ellas. Por esas personas con las que no puedes parar de reír desde que llegas hasta que te vas, y por las que nunca sonríen y te dedican la exclusividad de su sonrisa. Por las que te pasan el casco de música, oyendo canciones que no dicen nada, pero que al escucharlas te llevan a construir castillos de arena. Por esa gente de la que no cumples sus expectativas, pero que siguen sin saber que tu prioridad es cumplir las tuyas. Por esas amigas que tiran de cada comisura para sacar a relucir tus dientes y por los momentos en los que salen sin sonrisa, gruñendo. Por aquel nuestro sueño de viajar a Australiasólo por dar la vuelta al tiempo, al espacio y a las ideasPor  quienes despiertan nadie sabe dónde. Por los que gastan de chicles de clorofila y de  helados de yogurt. Por las personas que no tienen paciencia, y porque algún día el mundo será de los impacientes. Por los jueces que se desentienden de vacíos legales, a aplicar la analogía. Por los valientes y por los cobardes. Por los que no saber distinguir la línea que separa la mentira de la ocultación de la verdad. Por los que saben que los enamoramientos sólo afectan a los zapatos de tacón, y porque las peores resacas no sean sentimentales. Por todo ello, acordándome de quienes fueron como coca-cola corriendo por mis venas y nunca lo volverán a ser, de quienes lo son y seguirán siéndolo tiempo indeterminado, y de los que lo serán cuando aparezcan… Este viernes, a vuestra salud
Lara


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella para alimentar la publicación de entradas :)