Las cosas se empiezan a poner aburridas cuando se convierten en rutinas.

.No. No se pertenecen. En ningún momento lo han hecho. Se ve más como algo de posesión que de propiedad. Posesión, hoy tenerse, mañana no;  mañana sí, pero de momento no. Propiedad, no tenerse nunca. Cuestión de conceptos. Seguramente por eso se opina desde fuera que ni uno es conveniente para la otra, ni la otra es recomendable para el uno. Utilizan métodos de llamarse mutuamente la atención inútiles, los celos. Inservibles porque se manifiestan como cristales clavados en los pies. Son más bien formas de evidenciar lo que sucede, aunque entre ellos saben mentirse muy bien. ¿Mentir? Especifiquemos: esconder la verdad. Y de cara al público hay veces que hasta se les cree. Pero conociéndoles… Se muestra el panorama. Son claramente un ni contigo, ni sin ti, tienen mis males remedio; contigo porque me matas y sin ti porque me muero.

−        ¿Vamos?− dice Él.

−        Vamos. – contesta Ella, casi sin haberle dado tiempo a preguntar.

Se rumorea que hoy se les ha visto salir juntos, que no agarrados, de entre paredes en las que la música y la luz contaminan, entre paredes en las que el alcohol provoca caricias. Se rumorea que hoy les corresponden las magulladuras en los labios desgastados, que hoy no soportan caminar entre vidrios. Y,  se rumorea que mañana… que mañana ya será otro día.

Come on now.

Lara