lunes

Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que otros piensen de ti.


Presume de corazón de hielo, cuando le tocas y se derrite. Presume de tener las ideas claras, cuando es un mar de dudas. Presume de tirano, cuando es un flan. Presume de tipo, cuando se odia a sí. Presume de madurez, cuando la situación habitualmente es quien le controla. Su altanería llega a límites insospechados, y es que, incluso presume de lo que desea. Presume de cosas que no ha hecho, de cosas que no es, o de lo que ha pensado hacer en sus mejores sueños. Presume de lo que aparenta, cuando la máscara está llena de grietas por donde se ve su personalidad real.  Presume de estar continuamente viéndolas venir, cuando la vida le golpea cada vez que se da la media vuelta. ¿Sabes de lo que presume? De empatía. Pero  Él sabe que su empatía a Ella la cohíbe. Ella no necesita ser comprendida continuamente. Necesita que Él la deje espacio, combine su empatía con apatía. Que no entienda, que calle, que se derrita y que tiemble como un flan, que invente historias que terminan bien y que, al menos con Ella, deje el antifaz por un rato y simplemente sea, no finja. Ellos eran como dos desconocidos que se conocían muy bien.
Lara

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella para alimentar la publicación de entradas :)