Él siguió jugando hasta que ella quiso. Un día ella decidió que no quería seguir llorando a escondidas. Decidió que no merecía tal cosa.
Él había estado demasiado tiempo cerca del fuego, y finalmente acabó quemándose. Ambos sufrieron, además no fue una historia que acabara tajantemente, y eso fue lo que más dolió.
Desde entonces ella piensa que hay dos cosas que no pueden ir unidas: Tocar el cielo con la punta de los dedos y no quemarte las alas.
(Lo cogí hace mucho creo que de un blog,
pero no me acuerdo de cuál...
¡La cosa es que no es mío! )
Me encanta la conclusión final,las dos cosas que no pueden ir unidas,muy cierto!
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog :)
un beso con sabor a chupetin!
¡¡Es mío!! :)
ResponderEliminarjajaja me he asustado y todo cuando lo leía.. xD
Me alegro de que te guste! Está basado en un hecho real ^^
muaa!
aaaaaaaaaaaaa jajajaja q fuerte!! :D sí, me encantó, por eso lo guardé, pero hacía tanto que no me acordaba del blog! =)
ResponderEliminar