No hay nada como un fracaso. De esos que acontecen por todo lo alto. Y es que aún sigo con los ojos enramados y unas bolsas como medusas...
Está claro que me ajusto a la vida, pero la vida no es justa.
Está claro que me ajusto a la vida, pero la vida no es justa.
Creo que debería dejar de llorar por las cosas que no merecen la pena.
Sería lo más justo.
Sería lo más justo.
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