viernes

un pedacito de "Cartas a un joven español"

Querido Santiago:
[...] También es cierto que la vida es dura. Pero cuando lleguen los malos momentos, que llegarán, no te quejes. No te quejes nunca. Es una falta de cortesía. Y sobre todo, una forma de trasladar a los demás algo que te ha tocado a tí. Si lo sabes hacer tuyo, te hará más fuerte. Eso sí, mantente siempre del lado de los que sufren. Te ayudará a ser mejor.
Ya hemos comentado, y ya sabes, que hay quien prefiere esquivar las consecuencias de sus actos y opta por mirar hacia otro lado. Más de una vez tengo la impresión de que vivimos en una sociedad que ha hecho de la evasión su principal industria.  Pues bien, Santiago, desconfía de quienes te prometen la felicidad a cambio de la evasión. O a cambio de nada. Te quieren engañar. Peor aún, quieren robarte el alma, quieren adueñarse de tu libertad, arrebatarte lo más importate: tu propia vida. Es verdad que la libertad no nos garantiza la felicidad. Ni siquiera nos hace las cosas más fáciles. Pero como ya te lo he dicho varias veces, es lo que nos hace seres humanos [...]
 Ya sabemos, Santiago, que no hace falta desplegar demostraciones inútiles de patrioterismo. Mucho menos, cerrar los ojos ante todo lo que nuestros compatriotas hicieron mal en la historia. Pero tampoco podemos negar que somos todos, incluidos quienes se están incorporando ahora a nuestra nación, fruto de esa tarea, de ese sueño, de esa pasión. Para eso están la libertad, la responsabilidad y la ilusión.
 Podremos equivocarnos, claro está, y lo haremos muchas veces. Pero sólo deja de equivocarse quien no actúa. En general, estoy convencido de que cuando te propones hacer algo, lo consigues si tienes constancia, tenacidad y las ideas claras. Por muy inverosímil que parezca, por fuera de tu alcance que les resulte a los demás, lo lograrás.  Eso sí, Santiago, hay que proponérselo en firme, y estar dispuesto a trabajar duro. Y al final, las cosas salen. [...]
 Se suele decir que lo mejor es el camino. Es cierto, en parte. Yo creo que lo mejor es saber que has hecho lo que tenías que hacer para llegar hasta donde te habías propuesto. Luego vendrán cosas aún más inesperadas que las que habían ocurrido hasta aquí. Algunas pueden ser muy difíciles. Pero no hay que tener miedo a cumplir los propios sueños. [...]
  Ninguno somos insustituibles, pero lo que cada uno aporta a los demás es único. [...] Por eso mismo, cuando se ha alcanzado lo que uno se había propuesto, conviene mostrarse agradecido. Cierto que cada uno es hijo de sus obras, pero éstas sólo dan fruto cuando sirven a los demás. Y pensando en ellos, cuando tengas que remar a contracorriente hazlo. La vida no está hecha para quienes sólo aguardan el viento a favor. La libertad y la responsabilidad tampoco. 

[...] un fuerte abrazo de tu amigo, 

José María Aznar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella para alimentar la publicación de entradas :)