jueves

En la vida hay muchos amores, pero sólo una gran pasión.

Su voluntad no podía controlar el curso de su pensamiento
que, a la mínima, se le desgobernaba.

Cada año esperaba que sucediera un milagro: que se enamorase, que se tranquilizase, que dejase de tener pesadillas cada noche, que no le diera miedo la gente. Pero pasaban los años y la vida seguía igual. 


De todo lo visible y lo invisible
Lucía Etxebarría

1 comentario:

  1. Quizás el problema era esperar que todo lo demás cambiara. Debía ser el momento de cambiar de punto de vista o retomar el control.
    Un beso

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