martes

Una persona cambia por dos razones: aprendió demasiado o sufrió lo suficiente.

- Dicen que sabes distinguir un día lluvioso iluminado de un día de sol tormentoso, las palabras de los hechos y los ojos de las miradas. Que sabes intercambiar silencios y sonrisas llenos de contenido. También que puedes diferenciar una rabieta de una gota que colma el vaso, y un mal día de estar a una lágrima de deshidratarte. Que consigues sintetizar sentimientos y medir con cuentagotas la paciencia, así como parar el tiempo en una caricia. Comentan que a la alarma del reloj ya no la haces más caso que a las pesadillas, ni la oscuridad evita que te desveles. Que el coche te hace viajar más lejos que los sueños y que pesa el doble la desconfianza que sus ojos, y la indiferencia que la simulación de atención.  Que eres consciente de que si quieres seguir andando tienes que deshacerte de algo, que la maleta ya desequilibra demasiado. Y que debes cambiar eso de que la seguridad sólo te la logre dar una copa de vodka entre luces y ruido. Dicen también que tienes que dejar de discutir contigo misma, que no vale que tú seas  tu enemiga. Ah. Lo más importante. Dicen que recuerdes aquello que tantas veces has aconsejado: "Nunca más, nadie más". 
Lara

1 comentario:

  1. Dioooooos *.* me encanta!! Escribes genial enserio!
    Si puedes pásate por mi blog y el de unas amigas, a ver si te gusta :) un beso
    Palipforever.blogspot.com

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