Que mi orgullo en la soledad es más poderoso que el cariño en compañía.

.nuncamiraratrás.

- No la conozco demasiado, pero algo he hablado alguna vez con ella. Se llama Nuria, tiene el pelo ondeado y largo, oscuro pero no moreno, y unos ojos grises con destellos caramelo. Cuando ves su aspecto y notas su presencia parece que después de una vida tan intensa como la que ha pasado nada la sorprende. Muestra tranquilidad exterior, indiferencia por la mayoría de los intercambios dialécticos. Está tan desencantada que ya no la causa impresión casi nada. No se fascina tan rápidamente con las personas como en tiempos pasados. Es más, hasta los sujetos más fascinantes le pueden llegar a parecer de lo más corrientes. Ni adula, ni la gusta que la adulen, eso también se nota. Nuria nunca hará de más por conocer a alguien, pero si esa persona tiene interés, aseguran que saca lo mejor de sí. Da segundas oportunidades, pero el tercer perdón no se le suele considerar oportunidad: siempre se la tendrá guardada. He oído que Nuria me caería bien, por eso de parecerse tanto a mí, en lo de… perdonar, pero no olvidar. No suele encapricharse con nadie, mas cuando pasa puede llegar a hacer que se pare el mundo de la sensación que tiene dentro. Se oye a muchas malas lenguas criticándola, que si es tal, que si es cual, que si es pascual, pero ella cree que es mejor que le entre por la oreja izquierda y con las mismas le salga por la derecha, o bien pasárselo por el arco del triunfo. Supongo que por eso está tan decepcionada. Nadie se cree que haya cambiado. Todos, a lo largo del tiempo, se han dado cuenta de que Nuria ya no es lo que era, antes sonreía porque la salía solo y ahora lo hace únicamente por cortesía. A pesar de esa indiferencia por todo y todos, nunca dará una mala contestación innecesaria. Creo que me gustaría hablar con Nuria porque, aunque no resulte del todo cómodo hacerlo en una mala temporada, creo que se merece una oportunidad.

¡FELIZ NAVIDAD! :)

Lara