sábado

No es sólo cuestión de romper las estructuras, sino de saber qué hacer con los pedazos



Decían por ahí que nadie que escriba algo que merezca la pena puede escribir en paz. Normalmente cuando te pones a escribir estás enfadado, eufórico o filosófico. Tienes que tener una tormenta interior para poder escribir en condiciones. Hace mucho que no escribo, lo que no quiere decir que esté en paz. Sí, de hecho, la tormenta parece que no amaina. Una cosa detrás de otra, un golpe detrás de otro. Y cuando parece que el clima se suaviza, ¡zaca! De nuevo otra ola de frío. Parece que de lo único que tengo ganas es de que llegue junio. Junio es mi meta, tener ese verano de stand by que necesito. Sé que no estoy desaprovechando mi vida. Al contrario, tanta intensidad creo que me está consumiendo y debo de echar el freno. Debo parar, dar menos vueltas a las cosas y dejarme llevar. El hombre del tiempo ha dado bueno para esta semana. No sé si creérmelo 
 (Digo porque... es Cantabria. Y es mi vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu huella para alimentar la publicación de entradas :)