Silenciosa como una sombra, ligera como una pluma.
¿Qué le decimos al dios de la muerte?
Siguió la pared sin apartar la mano, con pasos cortos y deslizantes. «Todos los pasillos llevan a alguna parte. Si hay una entrada, hay una salida. El miedo hiere más que las espadas»
Acabo de descubrir tu blog y me encanta. ¡Tienes una nueva seguidora! :)
ResponderEliminarMuchas gracias Alice :D
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