Un villano resulta más eficaz cuando no sabes qué pinta tiene.
Mi padre solía decirme: Si alguien te llama "caballo", pégale un puñetazo; cuando te lo diga por segunda vez, llámale imbécil; pero si la tercera vez alguien te vuelve a llamar "caballo", quizá vaya siendo hora de que te compres la silla...
El caso Slevin
Confía en tu enemigo, pues jamás te decepcionará ni te atacará por la espalda.
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