miércoles

Me parece que siempre seré feliz en el lugar donde no estoy

 


Y de pronto me sorprendo pensando en ese ruido que hacía el suelo de madera al entrar en el salón. En sentir el ambiente de esa casa siempre cálida. En escuchar voces y gritos en comidas familiares, y ajetreo y risas y discusiones. En el olor a casa. En los recovecos mágicos. En esos rincones secretos y jarrones intocables. En el escritorio con el que aún sueño volver a ver. Y salir de la estancia para a mano izquierda acceder a la cocina de los desayunos de mantequilla. De la luz naranja de un atardecer de septiembre entrando por esa ventana. 

Y andar por ahí, adultos, cuando ya no había bullas, y la enfermedad, y el duelo, y el sacrificio, lo que más duró. 

Y la nada. La nada, cuando todo se acabó. El pasillo vacío, las contraventanas cerradas, el sillón lleno de polvo. Las habitaciones libres de recuerdos y llenas del vacío más intenso. Las plumas de unos  pavos reales tan lejanos en el tiempo como la plenitud de ese lugar. 




La casa de los abuelos. 


sábado

Haya hecho lo que haya hecho, sea la persona que sea, estoy dispuesta a aceptarlo.

A toda la gente triste le gusta la poesía. A la gente feliz le gustan las canciones
A toda la gente triste le gusta la poesía.
A la gente feliz le gustan las canciones
Miss Ives

- ¿Otra partida?
- ¿Crees que tú orgullo lo soportará? Perder ante una dama indefensa…
- No eres ninguna de esas cosas, como ambos bien sabemos
- ¿Y qué seríamos sin nuestros pequeños engaños
- Seríamos muy poco interesantes 
- Es el subterfugio lo que lo hace más delicioso
- Conocer secretos ignorados por otros...
- Ser quienes queremos ser, no quienes somos

PENNY DREADFUL

miércoles

Fluir




Cuando el mero hecho de respirar hace sentir cristales clavados en el interior 
Cuando las heridas se descosen a las cuatro de la mañana 
Cuando repasas cada punto y la traición es peor que el mero hecho

Cuando crees que ya no puedes soportar más agua en tus pulmones


Y las lágrimas no salen

Y la rabia crece

Y solo quieres alcohol para seguir sintiendo dolor en la zona del puñal 

Y entonces intentas respirar y ya no puedes 

No puedes

No puedes

No puedes 

Y de repente sientes algo que te agarra
Y te saca de ese pozo en un movimiento
Y no te hacen falta primeros auxilios

Porque ya te desbloquea las vías respiratorias

Y ves que puedes, aunque sea con dificultad.

Para mirar adelante.

La confianza está hecha de cristal.

 



Ojalá una versión de mí más intuitiva.

Ojalá una versión más realista, más desconfiada, más frívola.

Ojalá.

 

A lo mejor así lo habría visto.

A lo mejor ya lo era y solo creía lo que quería.

 

Ojalá deshacerme de mí.

Ojalá desprenderme de todo lo que tengo dentro.

Ojalá sentir el vacío.

 

La caída.

 

El abismo.

 

Ojalá, nunca, nada.

Ojalá.

martes

La rutina es otra forma de morir.

Nos gusta el dolor.
El dolor sentimental.
El dolor hace vibrar, hace llorar, hace rabiar y hace andar.
Hace que nos sintamos vivos.
Hace que queramos seguir adelante.
Quién mira con optimismo lo que tiene en frente, si no ha salido del barro antes...
Y es por ello por lo que tan importantes son las montañas rusas.
 Porque sientes la velocidad, el viento en la cara y, bueno, terminas un poco mareado.
Pero desde la llanura, desde una vida uniforme, sin complicaciones, sin baches, sin apuestas, sin dificultades...
Qué te queda por vivir. 
Mañana te espera lo mismo.
Hastío.
Rutina.
Largos minutos.

Lar-


miércoles

Never let an old flame burn you twice

< Blues > Siempre tenías otra cosa en la cabeza...
Es probable que las cosas que más duelan sean las dichas a medias. La razón reside en el poder de la imaginación, que empieza a echar a volar. 

Queremos la verdad y la recibimos a medias. La sinceridad en pequeñas dosis. Y eso no es bueno, porque desde el otro lado no se llega a comprender las razones. Faltan datos para resolver el rompecabezas. Somos egoístas, sí, por no mostrar esa realidad; no ponemos sobre la mesa las razones al completo, la otra parte no se ve capaz de avanzar, le dejamos en tierra de nadie, ni ahí, ni allí. 

Pero es que, de repente, lo tenemos claro. Hay algo que no encaja, atrás, cierra esa puerta, lejos, adiós. No quiero ese problema, coge la caja, sácala de aquí, ha dejado de existir en mi vida.

Y pedimos que los demás actúen distinto, queremos el saco de enfado, el saco de ira, de realidad, para poder echar a nuestros fantasmas pronto y seguir caminando. 

¿Merece la pena? La respuesta es no, desgaste de energía innecesario. Somos suficientemente adultos, otros no deberían cargar con una falta de madurez emocional, para eximirnos de responsabilidad sobre el cúmulo de actuaciones que desembocan en la gota que colma el vaso. 

La energía que pudiera aparecer como enfado o ira, ha podido ir consumiéndose, como una vela que llega a su final, no compensando ni estar, ni explicar. 

Atiende. 

Todos. Somos. Supervivientes


Cuidado con la energía latente.  
Un día puede ser un volcán en erupción.

jueves

No puedo volver al ayer, porque ya soy una persona diferente.

- sigue perdida en tu laberinto mental - 


Y, si miras atrás, piensas en el mundo de posibilidades que manejaste. Y, si miras atrás, sabes que habría ido tras de ti con los ojos cerrados y con el corazón abierto. A pesar de todas las circunstancias, de los vientos en contra y de lo sabido. Sabes que nunca hubiera renunciado a lo que teníais, aun advirtiendo la toxicidad que generaba. Agua pasada no mueve molino, te dices.

Y, ahora, que así la recuerdas, frágil, imprudente, intensa. Ahora, ella mira atrás y sólo ve sombras. Sombras de cómo era aquello. Sombras, la realidad. Porque no había más luz que la que salía de su mirada, y que solo reflejaba una magia sesgada. 

Y, ahora, que la vida te obliga a encontrártela, tornas la cabeza mientras las miras, como captando otra perspectiva. Y, ahora, que se te ocurre mirar atrás, y pruebas a tornar la cabeza, recuerdas cómo era, actuando sin querer saber que ya no es

Porque ella, si fuera aquella, no estaría ahí, haciendo que no fue.  

Lara

sábado

Cuando crees conocer todas las respuestas, llega el Universo y te cambia las preguntas.

Quería contarte 
que todo fue una gran inspiración...
     - -> link <- -

Hace sus últimos retoques con el lienzo prácticamente acabado. "Un poco más de negro sobre ese cyan y ya estaría"- piensa. Posa el pincel en el bote de disolvente y se mira las manos llenas de pintura. Se quita las gafas y las limpia con una de las pocas partes de la camisa que aun se conserva limpia. Tras ello, se las vuelve a poner y observa con detenimiento cada detalle del paisaje realizado. Y, como parece que la compilación pictórica está a punto de finalizarse, respira lenta y profundamente, mientras se sonríe. La satisfacción del trabajo bien hecho. "En unos meses se harán públicas mis obras, no me lo puedo creer" - la ilusión de su pensamiento hacía hasta ruido en el exterior.  Se quita el óleo de las manos con la sábana vieja humedecida en disolvente y cierra la contraventana. Recoge su bolso y abandona el luminoso estudio de amplios ventanales y altos techos.

Y, justo bajando por las escaleras de ese edificio antiguo, suena el teléfono. 

- Han cancelado la exposición - dice Martin.

Sobresaltada, sin tiempo para reaccionar, sale de la realidad que había creado minutos antes, de golpe.  Porque cuando se invierte pasión y tiempo, se alienta la esperanza, y lo que se espera es diferente al resultado que se obtiene, se siente un halo de fracaso alrededor.

- ¿Por qué? - son las únicas palabras que es capaz de decir.
- No hay suficientes recursos para patrocinarlo... 

Y, sale a la calle helada, sin abrigarse, con los ojos llorosos, pero la mirada desafiante. Comprobando en sus propios huesos que el arte y el talento no están valorados. Gritando a su interior que lo habían vuelto a hacer. Pero que no iba a haber una siguiente vez. Ni una sola vez más.


Lar

domingo

La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre.

Y, entre más pasan los años, más me aparto del rebaño...
No somos. No somos como creéis. No somos de esos. No somos dóciles. No nos conformamos. No acatamos lo que sea, con la cabeza gacha. No nos gusta dar la razón como a los locos. Nos nos gusta la paciencia. Y no somos inferiores. Ni superiores. Somos lo que somos. Jóvenes formados.

No nos gusta quedarnos a esperar, ni la incertidumbre. No nos gusta que nos traten como a uno más. No somos galgos, corriendo todos hacia una misma dirección. No estamos hechos de cerámica, no nos rompemos al caer. No nacimos aprendidos. No nos amilanan los cambios. No estamos hechos para complacer. No somos orquídeas. No somos. Y, por tanto, no merecemos que nos traten como tal.

¿Sabes lo que sí que somos? Somos bombas de relojería, pendientes de activar. Somos panteras agazapadas, esperando el momento adecuado para lanzarse a ganar. Somos los gloquidios de los cactus, aparentemente inofensivos. Somos arcilla húmeda, adaptativos y polivalentes. Somos el Rottweiler en calma. Ansiamos las cosas hechas con pasión y vocación, mientras hacemos otras.  Somos todo lo que se nos subestima. Somos diamantes en bruto. Eso somos

Para decepción de muchos, sabemos, más que lo que queremos, qué no queremos. Y tenemos las herramientas necesarias para conseguirlo: un pensamiento crítico.  Empezad a levantar la campana de cristal para ver más de cerca. 

Somos el futuro. Somos imprescindibles

Y, si no nos valoráis, decidnos qué va a ser de vosotros.

L.



sábado

Donde nada es seguro, todo es posible.

Se disuelve en un té... <XXXX>

Cuando salieron del local notaron la tranquilidad de la noche. Recorrieron el paseo dados de la mano, como si por un momento fueran algo más. El verdadero protagonista entonces era el silencio. Cuán ruidoso podía llegar a ser. Cómo todo quedaba diluido en él. Eran las palabras que debían salir a borbotones y que, sin embargo, se quedaban atragantadas. 

Ese silencio. Mucho más tarde, se darían cuenta de que llegaría a tener más contenido que lo que nunca hubieran hablado.

- ¿Volverás? -musitó, rompiendo el silencio
- ¡Claro! -contestó soltando una carcajada de las suyas mientras disimulaba unos ojos empañados.

Llegaban al punto de destino y aquello se acababa. Ella advirtió que sus abrazos no eran para el él de siempre, sino para su niño perdido. Se rompieron vehementemente. Se mostraron vulnerables por primera y última vez.  

Aquel día se dio cuenta de que no era una despedida cualquiera, era la despedida de quienes fueron y nunca más llegarían a serDe quienes creyeron tener bajo control algo que se les fue de las manos. De quienes durante un tiempo se buscarían en otros rostros. 

De quienes se aferraron a un recuerdo que no existía.

De quienes nunca más se volverían a reconocer.
De quienes nunca más se reconocerían al volver.

martes

No me invites a volar si me vas a dejar caer.

Link, por un lado; link, por el otro.


Recorro la ciudad apresurada, el cielo se va tornando de un gris oscuro y no me quiero mojar. Nada más girar la esquina empiezan a caer las primeras gotas, hasta que en cinco minutos se convierte en un diluvio; en un vano intento por esquivar un paraguas, piso una baldosa rota que empapa mis zapatos. Casi me importa, si no fuera por la actitud de apatía que tengo desde hace meses. Al fin llego al portal, me quito el sombrero y contemplo impasible la gabardina completamente oscurecida goteando. Subo por las escaleras con los zapatos en la mano, abro la puerta de casa y la calidez del ambiente me da una falsa tranquilidad, mientras me deshago de la ropa húmeda. 
Me tiro al sofá enrollada en una manta y, cuando creo que me he librado de la lluvia, empiezo a llover. Deambulo perdida, de habitación en habitación. Y me caliento un vaso de leche, como si eso pudiera llenar el vacío que siento en el estómago. Y es que un puñado de promesas frágiles producen más decepción que el peor de los desencuentros. Entro en la habitación y mi mirada se dirige hacia la foto del corcho. Aún no sé qué hace ahí. La arranco y hago trizas con rabia. El diablo está en los detalles, dicen
Y no sé por qué razón, pero ahí está esa esperanza, esa trampa que se viste de ilusión. Ese clavo ardiendo que surge entre las lágrimas, la indiferencia y el desencanto.  La esperanza de que me saque de este agujero negro. La absurda esperanza de que me salve el enemigoAún no sé que la salvación está en mis manos. Está en las garras que saben qué hacer con la foto del corcho

Lara

miércoles

No pretendas apagar con fuego un incendio.


Arrastro la bolsa de tela llena de cosas por la habitación. Uno guarda tanto que de vez en cuando se replantea qué es útil y qué no, para hacer limpieza. O qué es inútil pero se le da otra oportunidad. Al objeto o a ti. Tal como la vida.

Decido llevar a quemar los cuadernos de notas, papeles y libros de instrucciones. Esos que se encuentran debajo del cajón. Los miro arder hasta que se reducen a cenizas. "Qué inútiles..." -pienso. Y, sin embargo, a la vez, recapacito: "bueno, incluso los restos sirven para nutrir la tierra". 

esa agenda donde me escribiste aquello, al fuego; y ese bloc donde estaban nuestras fotos y nuestras frases, al fuego. Al fuego también nuestro sitio; tu voz; y tu sonrisa; y lo que decían tus ojos. Todo al fuego. Quiero verlo arder, para que puedan por un momento sentir lo que yo he sentido al encontrarlos, al recordarlos. Porque ni el alcohol es tan inflamable como ellos

Y algún día veré que el calor de estas llamas no me está quemando, me está desinfectando las heridas. Y cada vez que vea las cicatrices me reconfortará mirar atrás y pensar que nunca me doblegué. Que lo intenté a pesar de todo y de todos. Que ni el miedo ni el dolor valieron como excusas, cuando realmente merece la penaSé, a ciencia cierta, que no fue a deshora. Lo sé. Sé que sólo es demasiado tarde cuando las cosas son definitivas. Algún día lo descubrirás. Será el día que mi cicatriz haya hecho que sí lo sean.

Lar



jueves

Para poder vivir con otras personas tengo que poder vivir conmigo mismo

Las cosas nunca salen tan mal como aparentan

Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida de antemano, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence


Matar a un Ruiseñor
Harper Lee

lunes

Nunca tomo grandes decisiones ni después del atardecer ni antes del amanecer.




Qué desperdicio de talento. Escogió dinero sobre poder. En esta ciudad (Washington, DC) ese es un error que cometen casi todos. El dinero es la mansión en Sarasota (Florida), que comienza a derrumbarse a los 10 años; el poder es el antiguo edificio de piedra que dura siglos. No puedo respetar a alguien que no ve la diferencia

House of Cards

viernes

Un abuelo es alguien con plata en su cabello y oro en su corazón

Conozco a una persona e x c e p c i o n a l. Te puede contar una aventura de cada año de su vida, la historia de cada sitio visitado, todos los cumpleaños que te puedas imaginar y con qué otro acontecimiento coincide en fecha, toda la retahíla de medicinas que le ha recetado el médico sin pestañear y con todo lujo de detalles; y yo no me acuerdo de lo que he hecho la semana pasada. Imaginaos qué memoria. No puede darme la receta de la tarta de manzana, porque cada día innova con algo, pero, incluso  con mermelada sin azúcar, incluso con galletas integrales, sigue estando mejor que la de una pastelería. O las almejas a la marinera. O los caracoles. O la paella. Bendita paella. Es una persona que presume de lebaniega, pero... no se te ocurra meterte con Noja. ¿Tú crees que eres fuerte? Quítate esa idea de la cabeza, no conoces a mi abuela. Hay mil razones para decir que es excepcional. En uno de los golpes más bajos que me dio la vida, me dijo muy seria: "No hay que rendirse ¿eh, Lara? Y ahora más que nunca, no te puedes acoquinar, las cosas hay que lucharlas". No podéis imaginaros la de veces que me he repetido esas palabras, la esencia que hay en ellas. Esa mano que tiene para resolver los problemas, no la tiene cualquiera. Es excepcional por cómo tiró de todos nosotros cuando debió ser al revés. Por cómo, con las hernias y las piernas y el azúcar y las cervicales y los mareos y un largo etcétera, no la puedes decir que qué hace pintando, o que qué hace arreglando los tomates, o en el gallinero, o podando los setos, pero qué preguntas, es que ¡hay que hacerlo! ¡Que hay muchas cosas que hacer y no se hacen solas! Esa independencia que consigue con su orgullo. Lo mejor, que lo hace sin que la veamos, no vaya a ser que la ayudemos o la digamos que descanse un poco... "ya lo hago yo, que como me quede quieta, no me voy a volver a mover". Tiene una larga lista de excusas para seguir trajinando. Y es que, como muchos abuelos, está hecha de otra pasta. Por cómo la gusta la política, por su peculiar punto de vista, tras verse todos los debates y después comentarlos conmigo; es excepcional por cómo nos enseña la importancia de la familia, por las broncas que nos echaba a David y a mí cuando de pequeños discutíamos... "Porque sois hermanos y tenéis que estar unidos, en un futuro solo os vais a tener a vosotros". Y por esa educación que tiene, y por lo presumida que es, y por esa elegancia que porta sin querer, pero que yo observo y admiro. Cada vez que mi madre me dice que cómo me parezco a ella lo único que pienso es "ojalá, alguna vez"
Aprendo tanto de ti cada visita, abuela... 
Espero que me sigas enseñando mucho tiempo los valores que hay en cada línea, el de saber afrontar las cosas, la importancia de la familia, o el perfeccionismo de seguir mejorando, el ser tan independiente, o el de ser valiente y fuerte en tiempos difíciles, el aprovechar las oportunidades o el saber estar. Ojalá, alguna vez, ponga todo eso en práctica con tanto corazón como tú.

Tu nieta, te quiere y te admira

miércoles

Las fotografías abren puertas al pasado, pero también permiten echar un vistazo al futuro

Quien de mí sabe, conoce lo que me gustan las fotos. La verdad, no me gustan, me vuelven loca. Desde tiempos inmemoriales soy la amiga que carga con la cámara a todas partes y la responsable de captar cada recuerdo en un click. Cada viaje, cada historia, cada café, cada fiesta y cada momento. En todos los grupos hay una persona como yo, todos lo sabemos. Como empezaba diciendo, me encantan las fotos. Pero no esas en las que salimos posando, esas de postureo en las que tan guapos quedamos. Las que de verdad me gustan son en las que salimos feos. Feos, porque estamos en medio de una carcajada; feos, porque estamos haciendo el tonto; feos, porque estamos mirando mal al amigo de al lado; feos, porque el maldito flash nos pilla desprevenidos; feos, porque recibimos una sorpresa; feos, porque llevamos esas pintas. Cuando nos vemos en esas fotos, al principio, sólo queremos pasar a la siguiente y, sin embargo, son las únicas, de verdad, os lo prometo, que después nos hacen felices. Porque sólo ellas reflejan la verdadera felicidad de aquel momento pasado. Únicamente ellas nos llevan atrás en el tiempo y nos hacen volver a sentir eso que sentimos mientras nos hacíamos la foto. Creedme, sólo tienen ese efecto las fotos espontáneas. No desechemos las fotos en las que no salimos como nos gustaría, es un desperdicio que con el tiempo no se perdona. 
Por todos esos  recuerdos...














Ohana significa familia. Y la familia nunca te abandona o te olvida.


Quizá se vea raro homenajear a las personas a destiempo. No en el día de su cumpleaños, o el día del padre, o el día de su santo. Sin embargo, no es a destiempo. Es homenajear a tiempo... 
Así, quería entrar en el tema para hablar de dos personas esenciales de mi vida.  Ya os imaginaréis quiénes. Son aquellas que me han enseñado todo lo que ahora soy, que no es poco. Me han hecho ver lo que es la responsabilidad de la familia, la importancia de estar unidos y de cuidar a nuestros mayores. El valor del trabajo y del esfuerzo. El concepto del compromiso y de la bondad. La fortaleza frente a las desgracias y la entereza para asumir lo que venga. La noción del respeto y la tolerancia. He aprendido tantas cosas de vosotros... Mejor dicho: sigo aprendiendo tantas cosas de vosotros...
Por todas esas discusiones. Por cómo uno me repite cincuenta veces las cosas, porque seguramente necesito veinticinco repeticiones; y el otro me echa la bronca y a mitad de frase cambia el tono para que parezca menos amenazante. Por todos esos detalles; por las nueces partidas y los cachos de naranja con chocolate; por las merienditas sorpresa. Por todos esos consejos, porque papá y mamá siempre tienen razón corazón. Por toda vuestra confianza y comprensión. Por la educación recibida. Por todo. Nunca estaré suficientemente agradecida. Sólo quería que lo supierais. Mamá deja de estar 15-M conmigo. Sois lo mejor que nunca podría haber esperado. Os quieru. David, a ti también

lunes

Todo en la vida son ciclos. No hay pérdidas, sino transiciones


Era una persona muy "de borrar". De borrar con la goma, hasta raspar el papel y si no resultaba, de echar típex. De eliminar, de arrancar ese capítulo del libro y hacerlo pedazos. ¿Para qué tener algo que no quieres? Esa era su justificación. Se deshacía de todo, de fotos, de teléfonos, de promesas. Como quien tira la basura. Era su forma de reciclarse. Era su forma de seguir. Había perdido la poca paciencia que tenía hacía tiempo y no permitía que nadie se creyese tener el poder para despreciarla. Prefería hacerlo desaparecer. En su lema estaba el antes actuar que recibir el puñal. Y así iba, como quería, con esa armadura inexpugnable. Lo que le hacía mal lo echaba de su vida. Entendía las etapas de la vida como jarros de agua fría, como dosis de realidad para pasar a lo siguiente. Para qué consentir que te traten de una manera o que te juzguen por algo, si no estuvieron en tu pellejo. Que eres libre, que nadie es quién. Y como la gran parte de las personas esto, o no lo entienden o cierran oídos y la mente, pues prefería ni tan siquiera molestarse en hacer ver. Recuerda esto: sólo te van a querer escuchar aquellos que te quieren. Y lo que debes tener para los demás es un jarro de agua fría y una destructora de papel
Que lo más importante en esta vida 
es poder conservar lo mejor del libro. 
Lara

El vacío es el recuerdo.


Con el tiempo vas dándote cuenta de que lo que antes no creías necesitar, al faltarte te hace falta.
Recuerdo con una sonrisa triste esos ojos verdes con motas marrones. Cuando me miraban mientras empezabas la frase con cara de "no te va a gustar lo que vas a oír, pero lo vas a escuchar" y un "Larita...". Todos esos fines de semana trajinando por la finca con el "pelotas", como tú le llamabas, porque siempre había algo nuevo que hacer, de bricomanía o de construcción, porque lo habías visto aquí o allá, y siempre sin contarle del todo a la tía para que no te quitara la idea. Porque en esta familia ya sabemos que heredamos ese gen de testarudez de conseguir lo que queremos. Al final siempre aparecías con una herida o con un moratón, eras don pupas. Y el hecho de que por mucho que te encargases de que todo lo hiciéramos con precaución y con mucho cuidado, cuando se trataba de ti, se te olvidaban esas advertencias... Cuántas barbacoas. Cuántas. Esas manos enormes llenas de carbón por los calçots y esa técnica para comer las patatas asadas. Aquel horno de barro que construisteis y los cochinillos tan ricos que salieron de él. Cómo te reías de la diabetes y de todo lo relacionado con la salud en su cara, haciendo caso omiso a recomendaciones de médicos. Porque siempre fuiste aquel valiente al que nunca le iba a pasar nada. Esas mañanas en la playa peleando con nuestros padres para que nos dejasen ir a las horas malas del sol. Porque papá hacía de hermano mayor siempre, quitándote ideas locas de la cabeza. Como aquella comida en la que soltaste que ibas a traer una excavadora para hacer una piscina. Todos esos pequeños recuerdos que van saliendo estos días días en mi cabeza. Como el día que me enseñaste a hacerme la muerta en la playa de Trengandín. O cuando contabas todas esas batallas con todo detalle, que no eran pocas... Estoy segura que nunca alcanzarías a entender la admiración que sentía por ti
Por todas esas miradas de complicidad mientras te echaban la bronca y por todos esos momentos que siempre voy a guardar en mi recuerdo. Tío, volveremos a encontrarnos...

Y, con usted, no soy la mujer que quiero ser.

Mr Grey, no soy la mujer que cree que soy.
- ¿Cree que el pasado puede volver?
- Va mucho más allá. Nunca nos abandona
- ¿Nunca?
- Es lo que somos
- Entonces, que Dios nos ayude...

Penny Dreadful 

Quema el mundo antes de que te queme a ti.

Todos somos dos personas: la que el mundo necesita que seamos... 
Dócil... 
Y la sombra
Ignórala y la vida sólo será un sufrimiento

AHS: Hotel

sábado

El hombre llega mucho más lejos para evitar lo que teme que para alcanzar lo que desea.


I've still got a lot of fight left in < me >

Dicen que las noches de verano son las mejores. Es cierto, en parte. Puedes disfrutar de un vestido de gasa y de unas cañas a la intemperie sin miedo a quedarte sin voz. O de ponerte de algodón de azúcar hasta las orejas, o de caipiroskas en una terraza. Sin embargo, no estoy de acuerdo sobre esa total predilección. Hay noches, como la de hoy, que tienen algo especial, algo fantasmagórico. Y es Otoño, esa gran olvidada, quien nos las regala. 

Desde un mirador contemplas la ciudad y te apetece tocar cada punta de los edificios, cada farola que ves a lo lejos, creando la silueta de la bahía. El mar sereno, con ese característico color azul petróleo. Y la sensación que ese ambiente que os estoy describiendo transmite, solo la puedes apreciar en una noche de Otoño, con un fular manta alrededor del cuello, lágrimas de frío en los ojos y un abrigo largo. Y con una conciencia tranquila. Paseando con las manos en los bolsillos mirando la luna de refilón. Una luna menguante de octubre tapada levemente por neblina. Aprovechando el equilibrio de la atmósfera para imaginarte todas las historias que pueda haber detrás del escenario. La de la señora de ese edificio que hace la cena. La de ese chico que pasea a su perro. La de los pescadores que están en la barca esperando.

Pero, creo que se te está escapando algo. ¿Acaso estás mirándote a ti? Ahora que ya tienes tu guión estudiado y todos tus elementos escénicos colocados, ¿a qué esperas para abrir el telón

Lar-

miércoles

Curar las heridas y seguir adelante no es fácil, pero es el camino.



Los radios de la bicicleta se difuminan hasta verse a través de la rueda, mientras da vueltas al asunto a la misma velocidad.

Y, es que, quizá, elegir un camino no significa rechazar otro, sino preferir el primero. El rechazo es la consecuencia de esa elección, no la causa. Escoger un camino es tener que seguir por él, teniendo en cuenta que, aunque cojas otros desvíos, nunca volverás a ese camino principal. Es ser consecuente y saber que no hay vuelta atrás. Porque las elecciones construyen tu vida y para poder acceder a otras puertas, tienes que cerrar las que dejas atrás. Lo que pasa si no lo haces es que, al intentar abrir la puerta presente, una corriente cerrará las dos y tendrás que salir por la ventana. Y es que en la vida es más útil seguir que salir a trompicones. Es por esta razón por la que tan necesario es cerrar ciclos. Nunca vas a disfrutar de los nuevos si no decides cerrar esos antiguos. Y, aunque pienses a menudo en esa habitación, una vez has decidido cerrar la puerta, ya quedará blindada, no intentes volver a acceder a ella, quédate con los buenos recuerdos que te dio. Para intentar entrar, tendrías que echar la casa abajo y, piensa detenidamente, ¿merece la pena volver?
Podrás apreciar esa nueva senda cuando interiorices la responsabilidad de haberla elegido. Y te enfadarás contigo mismo, o al menos espero que lo hagas, por haber mirado durante tanto tiempo atrás.

Sólo cuando aparece un coche, y tiene que apretar el freno, haciendo derrapar la rueda de detrás de la bicicleta, se da cuenta de hasta dónde ha llegado. Y de lo que le queda por delante

viernes

Debe hacerse en cada momento, lo que en cada momento es necesario.


- ¿Por qué alguien pintaría un cuadro de una puerta una y otra vez, docenas de veces?
- Pero no era el mismo.
- Eh... sí. Lo era.
- Era el mismo sujeto, pero cada vez distinto. La luz era diferente. Su humor era diferente. Ella veía algo nuevo cada vez que lo pintaba.
- ¿Y eso no te parece una locura?
- Bueno, entonces, ¿por qué deberíamos hacer algo más de una vez? ¿Debería fumarme sólo este cigarrillo? Quizá deberíamos tener sexo sólo  una vez si es lo mismo.
- Guau, no
- ¿Deberíamos contemplar sólo una puesta de sol? ¿O vivir sólo un día? Porque cada vez es algo nuevo. Siempre es una experiencia distinta

Breaking Bad

domingo

Recuerda que nada será tan bonito como esperarlo y nunca serás tan feliz.

El equilibrista se cayó y se estampó contra el suelo.
Los locos y los niños nunca trabajamos con red
Pero tengo que reconocer que al menos cuando sufres no crecen las anémicas florecillas del hastío, y la vida duele, pero es interesante.


Mi color favorito es verte
Pilar Eyre