jueves

Para poder vivir con otras personas tengo que poder vivir conmigo mismo

Las cosas nunca salen tan mal como aparentan

Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida de antemano, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence


Matar a un Ruiseñor
Harper Lee

lunes

Nunca tomo grandes decisiones ni después del atardecer ni antes del amanecer.




Qué desperdicio de talento. Escogió dinero sobre poder. En esta ciudad (Washington, DC) ese es un error que cometen casi todos. El dinero es la mansión en Sarasota (Florida), que comienza a derrumbarse a los 10 años; el poder es el antiguo edificio de piedra que dura siglos. No puedo respetar a alguien que no ve la diferencia

House of Cards

viernes

Un abuelo es alguien con plata en su cabello y oro en su corazón

Conozco a una persona e x c e p c i o n a l. Te puede contar una aventura de cada año de su vida, la historia de cada sitio visitado, todos los cumpleaños que te puedas imaginar y con qué otro acontecimiento coincide en fecha, toda la retahíla de medicinas que le ha recetado el médico sin pestañear y con todo lujo de detalles; y yo no me acuerdo de lo que he hecho la semana pasada. Imaginaos qué memoria. No puede darme la receta de la tarta de manzana, porque cada día innova con algo, pero, incluso  con mermelada sin azúcar, incluso con galletas integrales, sigue estando mejor que la de una pastelería. O las almejas a la marinera. O los caracoles. O la paella. Bendita paella. Es una persona que presume de lebaniega, pero... no se te ocurra meterte con Noja. ¿Tú crees que eres fuerte? Quítate esa idea de la cabeza, no conoces a mi abuela. Hay mil razones para decir que es excepcional. En uno de los golpes más bajos que me dio la vida, me dijo muy seria: "No hay que rendirse ¿eh, Lara? Y ahora más que nunca, no te puedes acoquinar, las cosas hay que lucharlas". No podéis imaginaros la de veces que me he repetido esas palabras, la esencia que hay en ellas. Esa mano que tiene para resolver los problemas, no la tiene cualquiera. Es excepcional por cómo tiró de todos nosotros cuando debió ser al revés. Por cómo, con las hernias y las piernas y el azúcar y las cervicales y los mareos y un largo etcétera, no la puedes decir que qué hace pintando, o que qué hace arreglando los tomates, o en el gallinero, o podando los setos, pero qué preguntas, es que ¡hay que hacerlo! ¡Que hay muchas cosas que hacer y no se hacen solas! Esa independencia que consigue con su orgullo. Lo mejor, que lo hace sin que la veamos, no vaya a ser que la ayudemos o la digamos que descanse un poco... "ya lo hago yo, que como me quede quieta, no me voy a volver a mover". Tiene una larga lista de excusas para seguir trajinando. Y es que, como muchos abuelos, está hecha de otra pasta. Por cómo la gusta la política, por su peculiar punto de vista, tras verse todos los debates y después comentarlos conmigo; es excepcional por cómo nos enseña la importancia de la familia, por las broncas que nos echaba a David y a mí cuando de pequeños discutíamos... "Porque sois hermanos y tenéis que estar unidos, en un futuro solo os vais a tener a vosotros". Y por esa educación que tiene, y por lo presumida que es, y por esa elegancia que porta sin querer, pero que yo observo y admiro. Cada vez que mi madre me dice que cómo me parezco a ella lo único que pienso es "ojalá, alguna vez"
Aprendo tanto de ti cada visita, abuela... 
Espero que me sigas enseñando mucho tiempo los valores que hay en cada línea, el de saber afrontar las cosas, la importancia de la familia, o el perfeccionismo de seguir mejorando, el ser tan independiente, o el de ser valiente y fuerte en tiempos difíciles, el aprovechar las oportunidades o el saber estar. Ojalá, alguna vez, ponga todo eso en práctica con tanto corazón como tú.

Tu nieta, te quiere y te admira

miércoles

Las fotografías abren puertas al pasado, pero también permiten echar un vistazo al futuro

Quien de mí sabe, conoce lo que me gustan las fotos. La verdad, no me gustan, me vuelven loca. Desde tiempos inmemoriales soy la amiga que carga con la cámara a todas partes y la responsable de captar cada recuerdo en un click. Cada viaje, cada historia, cada café, cada fiesta y cada momento. En todos los grupos hay una persona como yo, todos lo sabemos. Como empezaba diciendo, me encantan las fotos. Pero no esas en las que salimos posando, esas de postureo en las que tan guapos quedamos. Las que de verdad me gustan son en las que salimos feos. Feos, porque estamos en medio de una carcajada; feos, porque estamos haciendo el tonto; feos, porque estamos mirando mal al amigo de al lado; feos, porque el maldito flash nos pilla desprevenidos; feos, porque recibimos una sorpresa; feos, porque llevamos esas pintas. Cuando nos vemos en esas fotos, al principio, sólo queremos pasar a la siguiente y, sin embargo, son las únicas, de verdad, os lo prometo, que después nos hacen felices. Porque sólo ellas reflejan la verdadera felicidad de aquel momento pasado. Únicamente ellas nos llevan atrás en el tiempo y nos hacen volver a sentir eso que sentimos mientras nos hacíamos la foto. Creedme, sólo tienen ese efecto las fotos espontáneas. No desechemos las fotos en las que no salimos como nos gustaría, es un desperdicio que con el tiempo no se perdona. 
Por todos esos  recuerdos...