La conciencia es el mejor libro moral que tenemos

¿Es preferible vivir como un monstruo

o morir como un hombre bueno?

- Shutter Island

No recuerdo haberte olvidado

No sé como voy a cicatrizar si no siento el paso del tiempo

La memoria puede cambiar la forma de una habitación y cambiar el color de un coche, los recuerdos desvirtúan, son una interpretación, no un registro, y no importan si tienes los hechos.

Todos necesitamos los recuerdos para saber quien somos

Memento

(creo que tengo que volver a ver

esta película para entenderla)

Nada se adelanta a su tiempo y nunca ha pasado nada que no tenía por qué ocurrir

Pensaba que no había puzzle que mejor encajara que el de sus brazos agarrados a su cintura o la comisura de su boca en sus labios. Pensaba que sus pestañas podrían acariciar cada día su mejilla, que su nariz en cualquier momento podría buscar la de Ella. Pensaba que podría manejarla a su antojo, como si fuera una muñeca, que nunca se apartaría y que siempre estaría ahí. Pensaba, y mira todo lo que pensaba, que nunca se iría. Qué equivocado estaba. Sopló, y Ella se desvaneció en el aire como un diente de león. Aún nota la brisa que dejó a su paso. 

Lara

Descarrílame el último tren.

La confianza sube por la escalera y baja por el ascensor.

Niki se dirige serena y segura hacia su casa, dejándose acariciar por la agradable brisa, sin pensar ya en nada, con esa felicidad y esa tranquilidad que en ocasiones te arrollan y te hacen sentir bien, en el centro de todo, sin envidias, celos o preocupaciones, sin saber de dónde procede esa especie de equilibrio cuya perfección te hace temer hasta el mero hecho de pronunciarlo.
Te sorprende hasta qué punto puede ser rara y difícil esa delicadísima y mágica armonía en la que tu mundo parece sonar de repente de la manera adecuada. Son instantes. Instantes que deberían vivirse en profundidad porque son inusuales. Y porque en ocasiones pueden concluir de repente sin que haya un auténtico motivo

Pasáos por el blog que comparto con  Lorena y Marta pinchando  aquí:

http://enmenosdedosfrases.blogspot.com/

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Éramos como dos desconocidos, que se conocían muy bien

Hay momentos en la vida en el que un hombre razonable debe admitir que ha cometido un error terrible. La verdad es que... yo nunca fui un hombre razonable.

No soy más que una nota a pie de página en esta historia.

Big Fish

Créeme. No me quieres ver enfadada.

Mira, yo soy muy inteligente. Si vas a darme esperanzas tienes que hacerlo mejor que hasta ahora. Si no puedes ser al menos ligeramente interesante, mejor ¡cierra el pico! O sea, yo me estoy ahogando y tú me estás describiendo el agua

Mejor... Imposible

Te perdono, porque te quiero, pero me alejo porque me quiero.

Click to relax

Mi espera ha llegado al límite, si perdí en esta partida no fue porque no intentara ganar de todas las formas posibles, sino porque tú no oías ni uno de mis muchos llamados, o no los querías oír... pero esta vez intentaré que no me importe, también probaré a prestarte la mínima atención que un día me prestaste. Utilizaré un lenguaje muy simple, espero que no te resulte difícil acostumbrarte, no es del todo costoso, sólo son cuatro palabras mal sonantes. Pero lo mejor de todo serán esas miradas, no creo que todavía las conozcas, pero tranquilo.. te las presentaré. A todo esto creo que debería pedirte perdón por haber sido tan cordial y agradable, lo siento, no te lo merecías... Y sin embargo has tenido todo aquello que has querido, ¿no te sientes orgulloso de ti mismo, al saber que puedes jugar con las personas como si fueran tus muñecos? Te diré cómo me siento, como el mosquito que se queda atrapado en la tela de la araña. Sé que no te importa, no te molestes en ponerte en mi lugar, porque para estar en mi lugar supongo que ya estoy yo... ¿Sabes? No soy buena dando consejos, los verás absurdos pero tienen su parte de razón. Mi consejo es que jamás por nada del mundo le digas a alguien que la esperanza es lo último que se pierde, podría ilusionarse y no sería lo más conveniente. Por lo menos yo dicho de tu labios no me lo creería, aunque pensándolo bien habiendo salido de ti no me creería nada. 
Ya ves, qué cosas tiene la vida, ¿no te parece? 

Anónimo

No dejes que el ruido de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior

 Elle

Y sin encontrarse nada, destila desconfianza. Sangra cada una de las palabras que escribe, haciendo la yaga aún más visible de lo que estaba. En realidad, esa yaga siempre fue invisible para la mayoría, por eso era de tal calibre. Las apariencias suelen engañar, a menudo. De esa forma, la aparente dulzura es un escudo de su acidez. Le falta el sabor salado, supongo que por eso era amante del mar, siempre se busca de lo que se carece. La anestesia que le han pinchado es droga dura, a la que se ha enganchado y de cuyo círculo vicioso no puede salir. Los ojos son de color hielo. Mira su ombligo y se ve vacío, únicamente siendo apto de ser rellenado con tabletas de chocolate negro y tequila. Y mira el cielo,  ve las estrellas, pensando algún día bajar alguna, pero sin demasiada esperanza de decidir cuál elegir, hay demasiadas para ella, o a lo mejor no son suficientes. Así que se conforma con las piedras que se va encontrando en el suelo. Anda con pies de plomo, probablemente porque siempre la dio miedo volar


-Se recomienda Russian Red en esta canción.

Lara

Creo que la vida debe ser una fiesta continua.

Oh seh, nena

Y entonces me dí cuenta de por qué salgo con Bartney: nunca acabo en el sitio al que yo quiero ir, pero siempre tengo una gran historia que contar.

Cómo conocí a vuestra madre

Qué importa que sea más fácil, para mí es mucho mejor.

- ¿Amigos? Es lo más lógico. No hay chispa entre vosotros, ¿verdad?. Sois como una rama verde y una cerilla húmeda, tierra mojada y hierro fundido. 
- Aún tenemos, teníamos mucha chispa, más bien fuegos artificiales
- Conmigo. 

Gossip

Sólo es demasiado tarde cuando las cosas son definitivas.

Que si a quien madruga Dios le ayuda; que si vísteme despacio que tengo prisa; que si a rey muerto, rey puesto; que si a caballo regalao no se le mira el diente; que si en casa del herrero cuchillo de palo; que si piensa mal y acertarás; que si muerto el perro se acabó la rabia; que si siempre hay un roto para un descosido; que si siembras vientos y recogerás tempestades; que si no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy…

Y así decenas, cientos de estas frases hechas que nos transmiten algún tipo de enseñanza o moraleja, pues verdad es que “más vale tarde que nunca”, o que “cuando el río suena agua lleva”. Pero… es difícil poner siempre “al mal tiempo buena cara”, pensando todavía que "a lo mejor el agua que pasó fue capaz de mover el molino" y es que “nunca es tarde si la dicha es buena”… Nunca, nunca es tarde, pues no parece “que el tiempo todo lo cure”, ya que ese tiempo es el que me sigue demostrando que, como dice aquel refrán: “Un día pasa, pero un momento NO” y es que “no puedes pretender sacar de tu cabeza lo que no has conseguido sacar de tu corazón”

 Sandra

Algunas veces vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que nosotros tenemos la llave

Hablaba sobre la extensión de las cosas. Sí, sobre los límites. Y límites de qué, se preguntará. Sobre los límites de toda relación social. Los límites de la amistad. Los límites del amor. Los límites de la atracción. Los límites de la paciencia. Los límites de la comprensión. Los límites de la conciencia. Los límites de la culpabilidad. Los límites de la soberbia. Los límites de la humillación. Había ciertos límites, ¿sabes?. Quizá nunca  los vió, ni tuvo constancia de ellos. Pasaron desapercibidos y enseguida pasaba de una línea a la otra, sin previo aviso, sin autorización, sin rendirse cuentas. A lo mejor, y digo, a lo mejor, saltaba de la comprensión a la impaciencia de una zancada, o ¿acaso no se la vió dejarse llevar por la atracción para después responderse a sí como culpable, sin dejarse justificar? ¿Desde cuándo la amistad se quedaba en amistad? La veía pasar a menos de medio paso del amor... Y que lo único que quede sea la humillación habiendo pecado de vanidad, ocurre de un segundo a otro. Di que de vez en cuando se veía desaparecer al orgullo gracias a la atracción, sin dejar sitio a la conciencia. Apreciaba la importancia de cada sentimiento mirando hacia dónde se inclinaba la balanza. Y a menudo estaba en estado de alerta. Llegó un momento en que se sentía un barco a la deriva. Quería saber si había tanta diferencia entre esos términos abstractos. Desde el momento en que no supo responder racionalmente salió a la luz que el resultado de los cálculos fue radicalmente negativo.

Lara